miércoles, 19 de junio de 2013

LA ABOMINACIÓN




George Owen Wynne Apperley (1884 – 1960). Pintor inglés.




El SOLITARIO maldijo la ciudad en términos precisos y se escondió lejos, en una selva de espinos florecientes.

     Los naturales divisaban, desde los miradores y solanas, un contorno inflamado. El moral resistía esforzadamente el suelo de nitro y el pozo de betún.

     Las mujeres ejercían la autoridad y celebraban de noche un rito lúgubre

y sensual. Yo mismo presencié la fiesta del llanto y del amor.

     Conseguí sustraer de la muchedumbre una joven destinada a la orgía clamorosa. Adiviné el fervor de su ternura e inocencia. Unos piratas la habían cautivado sutilmente.

     El solitario nos puso en el camino del mar y yo no acierto a distinguir si me perteneció la idea súbita de invocar el nombre de Ulises, para conciliarme la voluntad de unos remeros griegos.

De: El cielo de esmalte






José Antonio Ramos  Sucre

No hay comentarios:

Publicar un comentario